El problema del pecado
Juan 3: 17
Dos cristianos estaban hablando del presidente de una corporación quien había muerto recientemente. El ejecutivo había sido un hombre correcto y un filántropo, pero era ateo y jamás se interesó en creer en Jesús como su Salvador. Uno de ellos dijo: “Es difícil creer que él no esté en el cielo. Él era un hombre bueno, considerado con sus empleados, tan generoso”. A lo que el otro le respondió con las palabras de Juan 3: 18 “El que en Él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios”.
Quizás tú también, tienes dificultad en entender la condición de los perdidos. Al leer Romanos 3, podemos ver la cruda realidad de la depravación humana, el versículo 23 es claro cuando dice que todos pecamos y estamos destituidos de la gloria de Dios. El pecado nos separa de Dios, y nada de lo que tú o yo hagamos podrá remediar esa situación. En realidad el pecado es el principal problema del ser humano.
Debemos entender y tener bien claro que la única esperanza para la humanidad – y la mía- es la fe en la obra redentora e Jesús en la cruz. Su obra culminada es la única solución. Es tan simple como aceptar la oferta e Dios de salvación a todo aquel que cree. Juan 3:17 dice que Dios envió a Su Hijo, para que el mundo sea salvo por Él.
Si no lo has hecho puede aceptar la gracia de Dios disponible en Cristo Jesús.
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