13 de Enero de 2020

Cuando Dios dice que hacer o que no hacer

Deuteronomio 5: 33

Tal vez alguna de nosotras podría decir: ¿Encontraré en la Biblia una lista de qué debo hacer y qué no hacer? Pues si la encontramos, la Biblia está llena de preceptos que Dios espera que obedezcamos. Cualquier lista específica que encontremos en las Escrituras debe ser obedecida sin vacilar. Esa es una lista inspirada para que la sigamos, no la lista personal que a alguien se le haya ocurrido dejar allí. Quiero animarte a que guíes tu vida por toda la Palabra de Dios con todo tu corazón, sin importar cómo reaccionen otras personas, debe ser nuestro compromiso personal con El.

En la Biblia vemos como Dios dio indicaciones precisas a ciertas personas en determinado momento. Por ejemplo: a Adán y a Eva les prohibió que comieran del fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal. A Noé le dio las medidas exactas del arca que debía construir, esas eran las dimensiones correctas y así debía construirla Noé. Moisés recibió el modelo exacto del tabernáculo para hacerlo tal cual como Dios se lo había mostrado.

Dios ha dejado en Su Palabra una serie de indicaciones para nosotras. El obedecer esa serie de mandatos tiene una promesa de bendición. Cuando Josué tomó el lugar de Moisés y lideró al pueblo de Israel en su entrada a la tierra prometida, Dios les dice que cumpla toda la ley que Él había dado por mano de Moisés, sólo así haría prosperar su camino y todo le saldría bien (Josué 1: 8). Esas palabras son para nosotras hoy.

Los mandamientos del Señor no están allí porque sí, están para nuestro beneficio, aunque a veces no nos parezca así. Dios sabe que si no cumplimos sus mandatos las que estaremos en aprietos somos nosotras. Cuanto dolor nos evitaríamos si fuéramos obedientes a la Palabra de Dios. El Señor nos ha dado el libre albedrío para que obedezcamos o no. Cada una debe tomar esa decisión vivir de acuerdo a los preceptos divinos o no.