Desarrolla la paciencia
2 Tesalonicenses 3: 5
Aún en medio de tristeza, dudas o temores, tenemos que saber que Dios todavía está a nuestro lado y pronto todo va a pasar. No desistas, Dios está haciendo que crezca en ti la paciencia y al final verás su fruto en tu vida. Una mujer paciente es poderosa. Puede mantener la calma en la tempestad. Tiene control de su boca. Sus pensamientos siguen siendo amorosos, aun cuando la conducta de la gente sea difícil.
Sin paciencia no podemos esperar el cumplimiento de nuestra fe. No todo nos llega inmediatamente después de creer. Hay un periodo de espera para recibir muchas cosas de Dios. Durante este periodo, nuestra fe se prueba y purifica. Solamente si perseveramos y esperamos con paciencia podemos experimentar el gozo de ver lo que hemos creído.
La paciencia no es solamente la capacidad de esperar, sino también la capacidad de mantener una buena actitud mientras esperamos. No se puede evitar la espera como parte de la vida. Pasamos mucho tiempo de nuestra vida esperando; si no aprendemos a hacerlo bien (con paciencia), nos sentiremos muy desdichadas. Dios es muy paciente con nosotros. Debemos imitarlo.
La paciencia no es algo que aparece mágicamente en tu vida, de un día para otro. Es un fruto del Espíritu Santo, que tiene un proceso de desarrollo y perfección. 2 a los Tesalonicenses 3: 5 nos dice que Dios mismo nos encamina a la paciencia de Cristo, a imitarlo.
Confiar, tener fe en Dios y dejar que Él actúe a su debido tiempo, eso es la paciencia.
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