Una realidad algo incómoda
Salmo 144: 4
Si en realidad no diéramos cuenta de cuán breve es nuestra existencia, valoraríamos cada momento, cada minuto del día, porque se nos va como agua entre los dedos. En realidad cada momento cuenta. El tiempo es valioso porque nuestra vida está compuesta de días, de horas, de minutos, en fin de tiempo.
Sería bueno preguntarnos ¿en qué gastamos nuestro tiempo? Lastimosamente muchas veces lo perdemos en cosas vanas, que en realidad no tienen mucho sentido o no nos aportan mucho o no nos edifican; o en lamentarnos o quejarnos. En realidad vivimos como si nunca nuestros días, aquí en la tierra, fueran a terminar. Por eso la exhortación de Pablo a los efesios de aprovechar bien el tiempo (Efesios 5: 16), es para nosotras hoy.
Disfrutemos nuestro tiempo con nuestras familias y seres queridos. Gocemos de las bendiciones que Dios nos da, vivamos el momento, sin estar pensando en el pasado. No perdamos el tiempo en rencores, peleas, preocupaciones sin sentido.
La mejor manera de invertir el tiempo es buscando primero el reino de Dios y su justicia y teniendo nuestras prioridades claras: primero Dios, la familia, trabajo, después lo demás. A veces por invertir nuestras prioridades terminando dedicando nuestro tiempo a otras cosas que, en realidad, no son muy importantes. Recuerda que daremos cuenta a Dios de como invertimos nuestro tiempo mientras estuvimos aquí.
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