Como bien me parezca
Jueces 21: 25
El libro de Jueces nos muestra la situación anárquica que vivió el pueblo de Israel durante el período de los jueces, dice literalmente: “cada uno hacía lo que bien le parecía” (Jueces 21: 25), no había un líder que guiara a la nación. Imagínate tremendo caos que eso significaba. Ponte a pensar por un instante si en tu familia, en tu iglesia, en tu ciudad o en tu país, cada uno hiciera lo que bien le pareciera; seguramente esto llevaría a la destrucción.
Dios nos dio libre albedrío, es decir, nos dio la capacidad de elegir. A Israel le dijo que podían escoger entre obedecerle y vivir y ser bendecidos; o desobedecer, lo que traería maldición. En este punto de la historia, Israel elige apartarse de Dios, no obedecerle, lo que trajo consecuencias catastróficas para la nación. Israel había vivido la bendición de recibir la tierra prometida y ver como Dios peleaba con ellos, también vivieron las consecuencias de apartarse de Dios, pues los entregaba en manos de sus enemigos, y eran oprimidos por sus adversarios.
De igual manera, nosotras tenemos dos opciones: obedecer y hacer las cosas a la manera de Dios o desobedecer y hacer las cosas a mi manera, como a mí me parezca.
Cuando decidimos hacer las cosas a nuestra manera, es una forma de autosuficiencia y esto no es otra cosa que orgullo y esto es pecado. Hacer las cosas a nuestro modo es darle la espalda a Dios, es oponerme a Él. Entonces ¿es conveniente hacer lo que mejor me parezca? Tal vez pensamos que tenemos todo el derecho de hacerlo, como muchos creen. Pero ¿Qué beneficios me traería?
Como hijas de Dios, que buscamos agradar a nuestro Padre celestial debemos vivir en completa sujeción a Él y hacer las cosas a Su manera, aunque nos cueste. Recuerda que Él no se equivoca y que quiere y tiene lo mejor para nosotras.
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