Arrepentimiento
Proverbios 28: 13
La única condición para acercarnos a Dios es que lleguemos con una actitud de humildad y arrepentimiento. Dios no rechaza un corazón arrepentido. Un corazón que reconoce sus pecados.
Pero ¿De que tenemos que arrepentirnos? Tal vez pensamos que deben arrepentirse los asesinos, los ladrones, los corruptos, y quienes cometen todo tipo de delitos. Sin embargo, aunque no nos consideremos pecadoras o tanto como lo pueden ser otras personas, la Biblia dice que todos hemos pecado, pecado es todo aquello que decimos, hacemos o pensamos que ofende a Dios. Nuestros pecados hacen división entre Dios y nosotros, porque Él es Santo.
La Biblia dice que quien confiese sus pecados, se arrepiente de ellos, alcanzará misericordia (Proverbios 28: 13) Recibirá perdón.
Arrepentimiento es un cambio de actitud, dar un giro, cambiar de la dirección equivocada y volver al camino correcto. Arrepentirse es mucho más que un mero remordimiento. El remordimiento trae culpa, dolor, condenación, por el contrario el arrepentimiento trae perdón y liberación. Isaías 43: 25 »Yo, sí, yo solo, borraré tus pecados por amor a mí mismo y nunca volveré a pensar en ellos. y en Jeremías 31: 34 “Perdonaré sus maldades y nunca más me acordaré de sus pecados». Aquí encontramos dos promesas para el pecador arrepentido que Dios borra todo vestigio de pecado. No tenemos que vivir a la sombra de los pecados pasados.
En Jesús, Dios proveyó el perdón absoluto de nuestros pecados. 1 Juan 1: 9 “pero si confesamos nuestros pecados a Dios, él es fiel y justo para perdonarnos nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad”.
Este es un buen momento de revisar nuestro corazón y confesar aquello que no le agrade a Dios, pedir perdón y apartarnos, para alcanzar misericordia.
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