No te olvides
Deuteronomio 6: 7
Reiteradamente en la Biblia encontramos que Dios le dice al pueblo de Israel que no se olviden de sus leyes, sus mandamientos y que los cumplan, esto traería para ellos bendición. Pero también les ordena que esos mandamientos y preceptos los enseñaran a sus hijos y a las generaciones que habían de venir. Ellos debían hablarles del Señor y todo lo que había hecho por ellos para que las nuevas generaciones conocieran al Señor y no se olvidaran de Él, le temieran y le sirvieran sólo a Él.
Durante el tiempo que Moisés y Josué dirigieron al pueblo, Israel se mantuvo fiel al Señor, con algunas excepciones. Pero miremos lo que pasa después de la muerte de Josué. En Jueces 2: 10 nos dice que cuando murió Josué y toda esa generación, se levantó una generación que no conocía a Jehová, ni la obra que Él había hecho por Israel. A partir de ese momento los israelitas hicieron lo malo delante de los ojos del Señor y sirvieron a dioses falsos (Jueces 1: 11).
¿Qué pasó con esa nueva generación que no conocía al Señor? La respuesta es muy obvia sus padres no cumplieron con enseñarles los mandamientos del Señor. Se les olvidó hablarles del Señor y lo que había hecho por Su pueblo y las consecuencias fueron catastróficas, como podemos seguir leyendo en el libro de los jueces.
Tú y yo tenemos hoy la responsabilidad de enseñarles la Palabra de Dios a nuestros hijos, a nuestros sobrinos, nietos, en fin a esta generación que se está levantando para que ellos teman al Señor, le conozcan y decidan seguirle. El mundo los bombardea cada día con ideologías contrarias a la verdad de Dios. Que no se nos olvide enseñarles, como le ocurrió al pueblo de Israel. Hablemos con ellos, en cada oportunidad que tengamos, de las maravillas que el Señor ha hecho en nuestras vidas. Es la responsabilidad más grande que tenemos como madres.
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