Cada día se renuevan
Lamentaciones 3: 22 – 24
Por muy oscura que sea la noche, el sol nuevamente brillará y disipará toda oscuridad. Viene a mi memoria un coro que cantábamos todas las mañana en el colegio durante la primaria, mientras hacíamos el devocional, antes de iniciar la jornada escolar. El coro decía: “la noche ha pasado, la tempestad se fue, muy débil y cansado, esperando amanecer. Pero al abrir mis ojos un rayo puedo, el sol brilla en el cielo, su luz ya puedo ver”.
Y es que podemos tener la certeza que mañana nuevamente saldrá el sol y disipará toda sombra y hasta los temores de la noche. Pero igual, podemos estar plenamente convencidas que junto con el nuevo día que nace, la misericordia del Señor se renueva para nosotras. La Biblia nos dice que cada día son nuevas. Es más asegura que gracias a su misericordia no hemos sido consumidas. Dios es un Dios misericordioso.
Misericordia se define como no darnos lo que nos merecemos, y lo que merecen nuestros pecados es que sean castigados, pero Él nos otorga su perdón precisamente por su amor y misericordia que son infinitos y que fueron expresados en la cruz.
Cada mañana estrenas misericordia. Que cada día, cuando despiertes, con el primer aliento le des gracias a Dios por su misericordia que te permite disfrutar un nuevo día. Recuerda que su misericordia nunca tendrá fin. Vive este día con la certeza que respiras por Su misericordia.
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