La paternidad de Dios
Santiago 1: 17
En la oración modelo que Jesús nos enseñó, el padre Nuestro (Mateo 6: 9 -13) nos enseña a llamar a Dios, Padre, entrando así en una nueva relación con nuestro Dios. Vimos como Dios anhela adoptarnos como hijas, es el más profundo deseo de Su corazón.
Sin embargo, para muchas de nosotras, se nos dificulta tener una imagen clara de Dios como padre. Esto tiene mucho que ver con la relación que hemos tenido con nuestro progenitor.
Inconscientemente relacionamos a Dios padre, como nuestro padre terrenal. Si es, o fue, muy severo, pensamos que Dios es así. Incluso si tenemos, o tuvimos un padre responsable, puede convertirse en una barrera para recibir el amor del Padre Celestial. Es necesario que tengamos una imagen correcta de Dios como Padre y que empecemos a verlo así.
Contrario a lo que muchos puedan pensar, Dios es un Padre bueno, amoroso, generoso. Santiago 1:17, dice que todo don bueno y perfecto que disfrutamos viene de nuestro padre bueno, que no tiene mancha, ni sombra de variación. Dios, como buen padre, atiende todas nuestras necesidades y se complace en dar buenas cosas a sus hijos.
En la parábola del hijo pródigo (Lucas 15:11-32), podemos ver una imagen del Padre Celestial, un Padre bueno, generoso, perdonador, amoroso y misericordioso, que si fallamos espera que nos arrepintamos y nos volvamos a Él. Ese es el Padre que tenemos.
¿Estás disfrutando la paternidad de Dios? ¿Tienes una imagen correcta de Dios como Padre?
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