Cómo Dios dice
Éxodo 25: 40
Muchas veces creemos que nos la sabemos toda, pensamos que tenemos la suficiente experiencia, los suficientes recursos y que eso es suficiente para realizar lo que deseamos emprender para Dios o aquello para lo que Dios nos ha llamado.
Leyendo la Biblia nos damos cuenta que existen dos formas para realizar las cosas: una a nuestra manera y otra a la manera de Dios. Cuando queremos hacer las cosas a nuestra manera demostramos orgullo, autosuficiencia y no estamos agradando a Dios porque no estamos dependiendo de Él. Realmente a Dios solamente lo podemos servir y agradar haciendo las cosas a Su manera, como Él nos lo indica. En Éxodo se repite muchas veces: “y Moisés lo hizo como el Señor le había mandado”. Él le había mostrado detalladamente los planos del Tabernáculo y de los ritos para la expiación. Sólo esa era la forma adecuada, la que Dios le había mostrado, hacerlo de otra manera no servía.
Somos muy dadas a querer hacer nuestro trabajo para el Señor como nos parezca y no tomamos el tiempo necesario para escucharlo y recibir indicaciones precisas de como El desea que lo hagamos. Eso fue lo que hizo Moisés, puso toéXODOda la atención a cada indicación que Dios le daba para poder ir y hacerlo de tal manera que recibiera la aprobación del Señor.
En el caso del Tabernáculo que erigió Moisés en el desierto para adoración al Señor, Dios mostró su aprobación al llenar con Su gloria ese lugar, en Éxodo 40: 34 – 38, vemos como la nube de la gloria del Señor cubrió el tabernáculo.
Sólo veremos al Señor actuando y glorificándose en aquello que hacemos cuando lo hacemos a Su manera, a la forma de Dios. Cuando lo hacemos así tenemos garantizado su respaldo y bendición en lo hagamos y lo mejor de todo Su aprobación.
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