Siguiendo Sus pisadas
1 Pedro 2: 21
En la popular película el rey León, hay una escena, que si bien puede pasar desapercibida para el espectador, es muy significativa: el pequeño Simba (el cachorro), va caminando tras las huellas que deja su padre Mufasa. Me pareció muy bonita escena porque como mamá me habla de que estoy dejando unas huellas para que mis hijos las sigan, les marcamos un derrotero, un camino.
Pero mucho más allá de eso, me llevó a 1 Pedro 2: 21, donde el apóstol dice: que Cristo nos ha dejado ejemplo para que sigamos sus pisadas. Si bien Pedro habla de los sufrimientos de Jesús, en realidad Jesús vino a modelarnos un estilo de vida, es ejemplo de amor, entrega, obediencia, servicio. Recordemos cuando lavó los pies a los discípulos, Él les dijo que hicieran lo mismo, es decir, servir a los demás con humildad, les había dado ejemplo de un servicio desinteresado, que debían imitar (Juan 13: 15)
Jesús siempre vivió de acuerdo a lo que predicó, contrario a lo que hacían los fariseos y escribas, que predicaban pero no vivían de acuerdo a lo que enseñaban. Jesús habló de amor y amó incondicionalmente hasta dar su vida en sacrificio. Si somos sus seguidoras, debemos seguir sus pisadas, vivir como Él vivió.
Él es el mejor ejemplo a seguir, muchos buscan modelos en deportistas, en políticos, en artistas, etc. pero Él es el modelo perfecto. Nuestros hijos y las nuevas generaciones buscan modelos. Mostrémosle al que en realidad es digno de imitar. Pablo expresó con autoridad que lo imitaran a él, como él imitaba a Cristo (1 Corintios 11: 1). Como hijas de Dios debemos imitarlo imitando a Cristo (Efesio 5: 1)
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