06 de Julio del 2020

Nuestro trabajo en el Señor no es en vano

1 Corintios 15: 58

Hace algunos años tuve la oportunidad de trabajar con adolescentes, en la iglesia en la que me congregaba. No fue un trabajo fácil por la edad de los chicos, fue mucho el esfuerzo e incluso las lágrimas que derramé por algunos de ellos, no veía crecimiento espiritual en muchos de ellos y eso me desanimaba. Sin embargo, hoy veo, con satisfacción, que el trabajo dio frutos, entre ellos hay pastores, líderes de alabanza, misioneros. Es muy gratificante ver lo que son hoy día. No puedo decir que por mi labor, pero si gracias a la misericordia y bondad de Dios.

En 1 Corintios 15: 58, Pablo exhorta a los hermanos de Corinto a no desmayar, que continúen su labor en la obra del Señor, él les dice que no es en vano. En realidad el trabajo que realizamos para el Señor, aunque no veamos resultados aparentes, aunque parezca que nuestra labor es infructuosa, nunca será estéril. Recordemos que Dios es quien hace la obra y siempre cumplirá Su propósito. No es por lo mucho que nos esforcemos o lo que hagamos. Tú haces tú parte, y Dios hace el resto.

Nuestra naturaleza humana tiende a desalentarse cuando parece que no tiene sentido alguno lo que hacemos. Sé que a veces resulta frustrante y que queremos tirar la tolla, como se dice en el argot del boxeo, sobre todo si los resultados se demoran. El apóstol menciona un elemento muy importante y es la constancia. Necesitamos ser constantes en la obra que realizamos para el Señor. Sólo siendo constantes podemos conseguir eficiencia en nuestra labor. No desmayes y sigue adelante haciendo lo que Dios te mandó hacer. Pídele que te de las fuerzas necesarias si sientes desfallecer.