Generosidad
Hechos 20: 35
Nuestro Dios es un Dios generoso, es amplio en dar. Primeramente no dio la vida, todo lo que nos rodea, todo lo que necesitamos, la salvación, el perdón, nos colma de sus ricas misericordias. Como hijas de ese buen Dios, debemos ser generosas al dar e imitar al Padre celestial.
A todas nos gusta que nos den, que nos sorprendan con regalos y atenciones, que bueno es recibir. En Hechos 20: 35, Pablo cita a Jesús, que dijo: “más bienaventurado es dar que recibir”, hay una bienaventuranza al dar, y esta es una excelente oportunidad que tenemos para compartir con las personas que necesitan.
Con la pandemia que está azotando al mundo, la economía global se está viendo y se verá muy afectada. Si tienes tu empleo aún y recibes tu salario o una pensión, dale gracias a Dios, en verdad eres afortunada. Sin embargo, muchas personas que trabajan de manera independiente, trabajadores informales que viven del día a día, son las que más están sufriendo los efectos de esta pandemia, son los más directamente afectados.
Por eso debemos ser retadas a compartir de lo mucho o poco que tenemos con los que realmente lo necesitan. No tienes que ir muy lejos, tal vez sea un familiar, un vecino, un amigo, conocido, etc. que en estos momentos puede estar pasando por una situación económica realmente difícil. No tienes que dar mucho, lo poco que puedes dar, créelo es realmente mucho para alguien. Que en este tiempo podamos bendecir a otros, no sólo espiritualmente, sino materialmente también.
Recordemos todo lo bondadoso y generoso que ha sido nuestro Padre celestial con nosotras, Jesús les dijo a sus discípulos: “de gracia recibiste, dad de gracia” Mateo 10: 8
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