Disfruta cada momento
Eclesiastés 3. 11
La vida es una sucesión de momentos buenos, malos, agradables, desagradables, alegrías y penas. Como es algo que no podemos evitar, debemos aprender a vivirlos sabiamente, vivir a plenitud.
Nuestro tiempo está en las manos de Dios, Él dispone todo para bien. Él es soberano y tiene todo bajo su perfecto control. Cada experiencia humana tiene un propósito divino. En Eclesiastés 3: 9 – 14 nos enumera una serie de eventos que enfrentamos en nuestras vidas y todas tienen su tiempo.
La invitación que nos hace el predicador es a disfrutar los buenos tiempos, y en los momentos no tan buenos, de angustia, buscar diligentemente el rostro del Señor, poniendo en El toda nuestra esperanza. Pablo vivió de acuerdo a esta verdad, en Filipenses 4: 11 expresó: "He aprendido a contentarme, cualquier que sea mi situación” esa es la actitud correcta de vivir la vida.
Existe 2 maneras de enfrentar la vida: vivirla con fe o sin ella. Escoge vivir cada día con fe esperando en el Señor. Mira lo que dice: “Todo lo hizo hermoso a su tiempo” podemos confiar en eso. Su tiempo es hermoso. Dios tiene Su propio horario.
Vivamos un día a la vez alegrándonos en las obras de Dios y tengamos la certeza que nuestro futuro está en las mejores manos.
¿Qué te impide gozar de todo lo que Dios te da y te permite vivir?
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