Para que sea notoria la obra de Dios
Juan 9: 3
En el capítulo 9 del evangelio de Juan encontramos a Jesús sanando a un ciego de nacimiento. En el verso 2 los discípulos le preguntan a Jesús si por el pecado de quien estaba ese hombre ciego, si el de sus padres o suyo propio. Jesús les responde que no es por el pecado de él o de sus padre, sino para que se manifiesten las obras de Dios en él.
Hay muchas circunstancias en nuestra vida que no entendemos, y como los discípulos quisiéramos saber a qué se debe, en este caso ellos pensaban que se debía al pecado. Pero aunque no entendamos, podemos tener la plena certeza que Dios manifestará su obra, actuará para que Su nombre sea glorificado.
Recordemos que cuando las hermanas de Lázaro mandaron a decir a Jesús que Lázaro estaba enfermo, Él le dice a sus discípulos que esa enfermedad no era para muerte sino para que Dios fuera glorificado (Juan 11: 4), como se vio cuando Lázaro fue resucitado. Ellas al principio no entendían, pero vieron la gloria de Dios.
Jesús le dijo a Pedro cuando le iba a lavar los pies, como él se rehusaba a que lo hiciera, que lo que hacía no lo entendería ahora, pero lo entendería después (Juan 11: 7). Igual ocurre con algunas situaciones en nuestra vida, tal vez en el momento no lo entenderemos, pero si después.
Dios tiene todo bajo control, aunque no lo parezca Él sabe lo que hace, no se equivoca. En cualquier circunstancia que pasemos El manifestará Su obra y será glorificado.
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