Un poderoso equipo de oración
Hebreos 4: 16
Me gusta que mis hijos puedan llamarme con confianza, sabiendo que estoy lista para ayudarlos cuando me necesiten. Que estoy ahí para ellos. Pero no siempre he abordado mi vida de oración con el mismo nivel de confianza. Muchas veces no sé cómo orar ni por dónde empezar. La verdad es que tenemos más ayuda de lo que nos damos cuenta, porque tanto el Espíritu Santo como Jesús interceden al Padre en nuestro nombre.
El Espíritu Santo está íntimamente relacionado con la oración. Romanos 8:26 nos dice que incluso cuando no sabemos qué orar o decir, el Espíritu mismo “intercede con gemidos indecibles”. Debido a que el Espíritu habita dentro de nosotras, conoce los detalles de nuestro corazón, nuestra mente y nuestras situaciones. Él habla donde nuestras palabras se quedan cortas. Realmente podemos llevar todo a Dios en oración, a través de la ayuda del Espíritu.
Hebreos 7:25 nos dice que Jesucristo también “vive para interceder por nosotros”. Jesús tiene una posición única para hacerlo. En Hebreos 4:15 dice que debido a que Jesús se convirtió en hombre, Él nos entiende. Él también ha sufrido, ha sido tentado y se ha sentido débil. No solo se compadece; también sabe cómo ayudarnos. Jesús está identificándose con nuestras luchas y sabiendo lo que necesitamos.
Qué equipo tan poderoso tenemos: el Espíritu Santo y Jesucristo, intercediendo por nosotras en cada momento del día. Al acercarme al trono de la gracia, puedo hacerlo con confianza, sabiendo que me espera la misericordia, la gracia, y que soy comprendida y amada sin medida.
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