Una excelente opción
Colosenses 3: 13
Sé que odio es una palabra que suena demasiado fuerte, y quizás no nos gustaría admitir que podemos llegar a sentir odio por alguien. Sin embargo, eso es en sí la falta de perdón, la raíz del odio. Cuando alimentamos sentimientos de falta de perdón, se transforman en odio dentro de nosotras.
Cuando optamos por no perdonar, terminamos caminando en la oscuridad (1 Juan2: 9-11). Perdonar nunca es fácil. Y algunas veces parece imposible a la luz del dolor que pueden habernos ocasionado. Si te es difícil perdonar a alguien, pídele a Dios que te ayude. Si puedes pensar en alguna persona que te resulte difícil perdonar, dile al Señor que te dé un corazón perdonador hacia ella. Ora por ella. Es increíble cómo Dios puede suavizar nuestros corazones cuando oramos por las personas. Nuestros sentimientos de resentimiento, ira, y dolor son cambiados; claro que esto no ocurre de la noche a la mañana.
Te presente que cuando perdonamos a alguien, eso no hace que se corrija o que estemos justificando sus actos. Simplemente los dejamos en las manos del Señor, y Él lidiará con ellos. El perdón nos libera de la persona que perdonamos, y nos hace libre para movernos hacia todo lo que Dios quiere para nosotras. Nuestro perdón hacia otros, no depende de que ellos admitan su falta o no, debemos elegir perdonar, y esto las veces que sean necesarias.
La razón más importante que debe movernos a perdonar, es que hemos sido perdonadas por nuestro Padre celestial. En Cristo, Dios nos otorgó el perdón. Colosenses 3: 13 “y perdónense unos a otros, si alguno tuviere queja contra otro de la manera que Cristo os perdonó, así también háganlo ustedes”.
Perdonar nunca será fácil, pero siempre será una excelente opción.
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