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Foto del escritorPrincesas y Guerreras

03 de Marzo del 2020

Actualizado: 15 jun 2021


Pasos de Fe



Hebreos 11: 1


Cuando Israel llegó al río Jordán, Dios demandó un paso de obediencia antes que pudieran cruzar. Los sacerdotes, como esos tambores mayores que guían a una banda en marcha de tres millones de miembros, tuvieron que caminar hasta el borde del crecido Jordán y dar el primer paso en el agua. Entonces – y sólo entonces – Dios haría el milagro: detener las aguas, secar el lodo, y que el pueblo cruzara. Todo como resultado de la fe. La fe desató el poder de Dios, la fe y la obediencia van de la mano. Recuerda que la fe es la certeza de lo que se espera (Hebreos 11: 1)

Cruzar el Río Jordán, para entrar a la tierra de Canaán, era el punto crucial con respecto a la fe de los Israelitas. Cuarenta años antes, los hijos de Israel se habían enfrentado a una crisis similar, pero habían fracasado. Tener que escapar al desierto cruzando el mar Rojo necesitó fe. Pero tener que invadir la tierra de Canaán, cruzando el río Jordán, necesitó mucha más fe, porque una vez que cruzaran el Jordán, ya no habría posibilidad de escapar.

Una vez en la tierra, ellos se enfrentarían al enemigo con sus ejércitos, sus carros de guerra, y ciudades fortificadas. Pero la nación toma el paso de total confianza en Dios. Nosotras nos enfrentamos a situaciones similares en nuestras propias vidas. Muchas veces, en esos momentos de crisis, cuando no sabemos a dónde más recurrir, es cuando Dios demuestra Su poder más dramáticamente.

Cada día que vivimos nos lleva a un lugar a donde no habíamos ido antes. Hay nuevas decisiones que tomar, nuevas direcciones a seguir, miedos que conquistar, y generalmente, las soluciones son, cualquier cosa, menos soluciones obvias. Sin embargo, cuando estamos dispuestas a creer en la Palabra de Dios, El dirige nuestro camino. A veces Él quiere que nosotras tomemos el primer paso, antes de que Él haga nada. Que demos ese paso de fe que permitirá que el actúe. Nosotras tenemos la promesa de que Dios siempre nos guiará y nos protegerá. No estamos en las manos del destino… ¡Estamos en las manos de Dios!



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