Seguidoras, no sólo aprendices
1 Pedro 2: 21
Tal vez has visto documentales donde presentan terrenos indómitos y poco explorados, en los que es necesario un guía que conozca bien el lugar para evitar perderse o estar en situaciones peligrosas. Generalmente la primera recomendación que dan estos guías expertos es que los sigan y anden por donde ellos anden o les indiquen, si no quieren estar en problemas. Ellos son la voz a escuchar y a seguir, son quienes conocen la zona que para los demás es desconocida. Quienes quieren explorar deben seguir sus indicaciones y seguir el camino que ellos les indiquen.
En 1 de Pedro 2: 21, el apóstol indica que como discípulas de Jesús estamos llamadas a seguir su caminar, sus pisadas. Jesús vino a modelarnos un estilo de vida que debemos imitar. Entonces, seguir sus pisadas, lo convierte a Él en el guía que nos indica el camino a transitar, sino queremos extraviarnos. Si bien el contexto de 2 Pedro se refiere al sufrimiento, que no nos desanimemos si sufrimos injustamente por causa de Jesús, pone a Jesús mismo como ejemplo de sufrimiento, podemos llevar el concepto de imitar a Jesús y seguir sus pisadas a todas las áreas de nuestras vidas.
Como cristianas y discípulas del Maestro de maestros, no sólo somos aprendices de sus enseñanzas, las cuales son valiosísimas. Nuestra meta debe ir más allá andar como Jesús anduvo mientras estuvo en esta tierra (1 Juan 2:6). Ese es el verdadero discípulo, el que además de aprender del maestro vive como el maestro.
Comments