Dios no ha terminado
Filipenses 1: 6
Mi hijo menor tiene un talento extraordinario para el dibujo y la pintura. Desde muy pequeño pinta y ahora está aprendiendo nuevas técnicas. En estos días está haciendo un cuadro al óleo, me llama mucho la atención que cuando pienso que terminó, le da un nuevo toque, le cambia algo que mejora la obra en la que está trabajando de una manera maravillosa, aunque sea con toques suaves y sutiles, en algunas ocasiones más fuertes y drásticos.
Viendo esto, guardando las proporciones, no pude dejar de pensar en Dios como un artista. y tú y yo como esas obras en las que da sus pinceladas a su parecer para perfeccionarla. Al ver el cuadro de mi hijo pienso para mí ya está terminado ¿Qué más le va hacer? y vuelve y me sorprende con las mejoras que le hace, es allí donde sale a relucir el talento para ir transformando el lienzo en una obra de arte.
Muchas veces pensamos que Dios ya terminó con nosotras, o pensamos que no está trabajando. Pero Dios está dando esos toques, esas pinceladas maestras para resaltar Su obra en ti y en mí. Pablo lo expresó de la siguiente manera: “estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.” Como Pablo podemos estar convencidas que Dios, aun cuando no lo notemos, trabaja en nosotras para presentarnos como Su obra maestra y que Su nombre sea glorificado.
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