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Origen del Halloween
16/10/21
Origen histórico del Halloween
Los niños de muchas partes del mundo esperan ansiosamente el 31 de octubre, ese día se disfrazan y les regalan dulces; niños y adultos celebran el halloween. ¿Qué pensaría si le dijera que esta fiesta tiene un verdadero origen maléfico, que existen sociedades ocultas que se benefician de que la celebres, y que no es sino una trampa para su propia alma? Es bueno que puedas llegar el conocimiento de las cosas que muchas veces festejamos sin saber su propio origen.
Aproximadamente trescientos años antes del nacimiento de Cristo, los Celtas vivieron en las Islas Británicas, Escandinavia, y Europa Occidental. Eran una sociedad, en la que sus usos y costumbres eran controlados por una sociedad de sacerdotes paganos llamada los druidas. Ellos adoraban y servían a Samhain, dios de la muerte. Cada año, el 31 de octubre, los druidas celebraban la víspera del año nuevo céltico en honor de su dios Samhain.
Si bien se sabe poco de estas celebraciones, parece que las festividades del Samhain se celebraban muy posiblemente entre el 5 y el 7 de noviembre (a la mitad del equinoccio de verano y el solsticio de invierno) con una serie de festividades que duraban una semana, finalizando con la fiesta de «los muertos», que daban inicio al año nuevo celta. En esta fiesta, los druidas, a manera de médiums, se comunicaban con sus antepasados esperando ser guiados en esta vida hacia la inmortalidad. Los Druidas creían que en esa noche en particular los espíritus de los muertos regresaban a sus antiguos hogares para visitar a los vivos. Y si los vivos no proveían comida a estos espíritus malignos, toda clase de cosas terribles podrían ocurrirles. Si los espíritus malignos no recibían un festín (treat), entonces ellos harían travesuras malas a los vivos (trick).
Los sacerdotes druidas iban de casa en casa exigiendo alimentos, y en algunos casos niños y vírgenes para ofrendar a su dios Samhain en el festival de la muerte, si se los daban se hacía un trato (treat), se iban en paz. Si la gente de la aldea no daba a los druidas el alimento o persona que exigían, se lanzaba una maldición sobre la casa entera y según ella, alguien de esa familia moriría ese año. Esa era la trampa o treta (trick).
Los druidas llevaban con ellos un nabo grande, el cual habían ahuecado en el interior, con una cara tallada en el frente, para representar el espíritu demoniaco del que recibían su poder y conocimiento, mismo que se encargaría de ejecutar toda maldición e iluminar su camino. Este espíritu se llama “espíritu familiar”. El nabo, encendido por una vela dentro, era una linterna para los druidas por la noche. Ellos llamaron “Jock” al espíritu de la linterna.
Cuando estas prácticas llegaron a Norteamérica en los siglos 18 y 19, los colonizadores hallaron que los nabos no eran tan grandes, así que los sustituyeron por calabazas. Desde entonces a esta figura tan representativa del Halloween se le llamó “Jock, el que vive en la linterna” y después vino a ser “Jack-O-Lantern” o Linterna de Jack. Hoy día, esa celebración se ha popularizado en casi todo el mundo.
* Adaptado del artículo del 29 de Octubre 2020, sección cultura del blog Topadventure
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